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GESA renace: de icono olvidado a edificio positivo en Palma de Mallorca
GESA renace: de icono olvidado a edificio positivo en Palma de Mallorca
ClientARVYear2024LocationPalma de Mallorca (España)ServicesEstudios de viabilidad e integración de energías renovables en edificios
El legado de un símbolo moderno
El edificio GESA, diseñado por Josep Ferragut Pou en 1963 y construido entre 1967 y 1977, fue la sede de la histórica compañía eléctrica local, posteriormente integrada en ENDESA/ENEL. Concebido para uso administrativo, es un destacado ejemplo del racionalismo de la época, innovador por su estructura con núcleo central que concentra servicios y liberaba amplias plantas diáfanas, una solución avanzada que hoy es común en oficinas.
Su volumen cúbico y las cuatro fachadas de vidrio lo convirtieron en un icono del skyline de Palma. Reconocido como ejemplo del Movimiento Moderno en Mallorca, fue declarado bien de interés patrimonial en 2007. Sin embargo, en los últimos años ha permanecido en desuso a la espera de un nuevo proyecto que lo reintegre en la vida urbana.
El desafío de la rehabilitación: repensando su envolvente y climatización
Dentro del marco del proyecto de innovación ARV, que promueve la creación de comunidades circulares y el incremento del ratio de renovación de los edificios en Europa, AIGUASOL e IREC, junto a la colaboración del Ayuntamiento de Palma, planteamos el reto de recuperar el edificio GESA, rehabilitarlo con el objetivo de adaptarlo a los tiempos que vienen y convertirlo en un edificio positivo – esto es, que produce más energía de la que consume. Los objetivos que se marcaron fueron ambiciosos, teniendo en cuenta el estado actual y las posibilidades del edificio:
- Demanda térmica de calefacción inferior a 15 kWh/m2 año.
- Demanda térmica de refrigeración inferior a 15 kWh/m2 año.
- Energía primaria total inferior a 70 kWh/m2 año, incluido el consumo de calefacción, refrigeración, tratamiento de humedad, ventilación e iluminación.
Para ello, se trabajaron específicamente: a) la rehabilitación de la fachada patrimonial, b) una nueva propuesta de sistemas de climatización y c) la integración de producción fotovoltaica en fachada (BIPV), que permite al edificio ser productor de energía y convertirse en un “edificio positivo”.
El trabajo de reducción de las demandas térmicas se centró sobre todo en la fachada, un elemento de mucho peso en el comportamiento térmico del edificio. Mediante el uso de herramientas de simulación térmica (TRNSYS18) se modeló el edificio tal y como fue diseñado, y se calcularon las demandas térmicas de calefacción y refrigeración (sensible y latente). Mientras que las demandas de calefacción eran inferiores a los 5 kWh/m2 año, las de refrigeración se disparaban por encima de los 30 kWh/m2 año. El carácter patrimonial del edificio limita las acciones de rehabilitación en fachada, habiendo de mantener la estética original. Esto no permite el uso de protecciones solares exteriores que limiten la exposición a la radiación solar. En un edificio completamente expuesto, con el 100% de la altura entre plantas de vidrio, representó un limitante importante. Se planteó el estudio de 4 configuraciones de fachada alternativas a la actual: a) Substitución de los vidrios instalados por vidrios fotovoltaicos, b) Cambio a doble vidrio con paneles exteriores fotovoltaicos, c) Fachada ventilada (entre forjados) con doble vidrio y paneles exteriores fotovoltaicos y d) Fachada ventilada (continúa) con doble vidrio y paneles exteriores fotovoltaicos. Con el modelo térmico generado se evaluó el comportamiento del edificio, tanto a temperatura libre como con consignas de confort, para concluir que desde el punto de vista de reducción de demandas térmicas, la estrategia más relevante era la incorporación de una doble fachada ventilada. Por ello, se optó por el sistema constructivo de fachada ventilada entre forjados. Con este sistema definido, el siguiente paso fue la optimización paramétrica de los valores que condicionan el comportamiento del edificio: transmitancia térmica de vidrios, factor solar del vidrio, espesor de la cámara de aire y funcionamiento de la misma (por convección o forzada). Los resultados obtenidos aconsejaron: a) reducir un 10% la transmitancia térmica de las zonas opacas, b) trabajar con vidrios de transmitancia térmica de 1.10 W/m2K y un factor solar de 0.24 y c) forzar la ventilación a través de la cámara de aire de la fachada ventilada.
La implementación de estas estrategias, permite reducir el consumo de energía final de climatización (calefacción, refrigeración sensible y latente) en un 37% respecto al escenario de diseño inicial, situando dicho consumo en 7.5 kWh/m2 año aproximadamente.
El siguiente paso fue la optimización del sistema de climatización. Este paso presentaba dos grandes retos. El primero, estudiar la idoneidad de la fuente renovable y el porcentaje de hibridación; esto es, dimensionar un sistema híbrido de geotermia y aerotermia óptimo en términos de coste y eficiencia energética, así como de impacto ambiental. El segundo reto, presentar una solución de distribución interior y elementos emisores con unos espacios interiores muy reducidos. Para el primer ejercicio de diseño, se acopló al modelo térmico del edificio sistemas de aerotermia y geotermia para realizar un barrido paramétrico de dimensionado que permitió encontrar un óptimo de hibridación:
- Capacidad de calefacción – 873kW Aerotermia + 125kW Geotermia
- Capacidad de refrigeración – 777kW Aerotermia + 109kW Geotermia
La geotermia se utiliza como sistema principal, mientras que como sistema de apoyo se planteó tres bombas de calor aerotérmica polivalentes.
Respecto al sistema de emisión, se estudiaron tres alternativas: a) fancoil de techo + refuerzo de fancoil en paredes, b) fancoil de techo y convectores en el suelo, c) fancoil de techo con refuerzo de fancoil en paredes y ventiladores de refuerzo y d) inductores y convectores en el suelo. Las cuatro alternativas intentan resolver el problema de espacio en las salas diáfanas. La altura libre de las plantas es mínima, y no es viable conducir conductos hasta las zonas más alejadas del núcleo. La centralización de los espacios técnicos requiere de una altura de planta que permita llegar a todos los puntos con la suficiente potencia de climatización. Máxime, cuando el perímetro del edificio está tan condicionado térmicamente por una fachada vidriada. Finalmente, teniendo en cuenta parámetros como coste, encaje arquitectónico, ruido, mantenimiento y rendimiento, se optó por la solución de fancoil de techo con refuerzos de fancoil integrados en las paredes.
Energía que suma: un modelo para el futuro
Con el edificio ya optimizado en términos de demanda y consumo energético, el siguiente paso fue lograr que se convirtiera en un “edificio positivo”, capaz de generar más energía de la que consume. Para ello, se buscó maximizar la superficie de producción de energía renovable.
Además de la instalación tradicional de módulos fotovoltaicos en cubierta, se incorporó una solución innovadora: la integración de paneles fotovoltaicos en la fachada, convirtiendo la capa externa de la doble piel ventilada en un generador de energía. Esta estrategia no solo respeta la imagen original del edificio, sino que permite cubrir el 100 % de la energía destinada a climatización y el 43 % del consumo eléctrico total.
El balance entre energía producida y consumida se traduce en una reducción del 47 % de las emisiones de CO₂ en comparación con un escenario de referencia basado exclusivamente en aerotermia y sin producción fotovoltaica.
Este ejercicio de optimización, desarrollado en el marco de un proyecto de innovación y con un enfoque profundamente realista y respetuoso con la esencia del edificio, ha despertado el interés del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, que estudia liderar la recuperación de este verdadero símbolo arquitectónico de la ciudad.


