Desde Aiguasol hemos participado en un proyecto transformador en uno de los lugares más remotos del mundo: la isla de Santa Elena, un territorio británico de ultramar situado en el sur del Atlántico. En colaboración con la compañía local Connect Saint Helena Ltd, hemos liderado la optimización tecnoeconómica de su sistema eléctrico, con el objetivo de reducir su dependencia del diésel y avanzar hacia un modelo energético basado en fuentes renovables.
Un contexto insular lleno de oportunidades
Santa Elena comparte muchos de los desafíos típicos de los territorios insulares: una alta dependencia de los combustibles fósiles, un elevado coste de generación eléctrica y una gran vulnerabilidad ambiental. No obstante, también cuenta con recursos solares y eólicos abundantes y estables durante todo el año, lo que hace viable una transición hacia un sistema energético más limpio y autosuficiente.
Para abordar este reto, hemos modelizado en detalle el sistema eléctrico de la isla utilizando herramientas de simulación horaria. Nuestro equipo ha trabajado con datos reales proporcionados por Connect Saint Helena, información climática obtenida mediante sistemas de adquisición de datos y observaciones recogidas durante un intenso trabajo de campo en la isla.
Con esta información, hemos evaluado diferentes escenarios tecnológicos y económicos con el objetivo de encontrar la mejor combinación de generación y almacenamiento para maximizar la presencia de renovables con el mínimo coste posible. En este análisis se han contemplado no solo los aspectos técnicos y económicos, sino también el impacto ambiental y la capacidad local para operar y mantener el sistema, dos elementos clave para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Un sistema híbrido adaptado a la realidad local
La solución propuesta se basa en una instalación fotovoltaica de 6.500 kWp combinada con un sistema de almacenamiento por bombeo hidráulico (PHS) de 22 MWh. Este sistema incluye dos embalses de 30.000 m³, turbinas hidroeléctricas de 3 MW y el correspondiente sistema de bombeo. Para complementar esta infraestructura y asegurar la estabilidad de la red en momentos de máxima demanda, también se incorpora una batería de 0,5 MWh capaz de responder a picos puntuales durante 10 minutos.
Durante el proyecto, se ha analizado la viabilidad de alcanzar un sistema 100 % renovable. Aunque era técnicamente posible, requeriría una sobredimensión importante de la infraestructura, con el consiguiente aumento de costes. Por ello, se ha considerado más realista y eficiente establecer un objetivo del 80-95 % de penetración renovable, manteniendo los generadores diésel actuales como sistema de apoyo para situaciones excepcionales.
Este proyecto ha demostrado que, en entornos aislados como Santa Elena, la idoneidad de una tecnología no se determina únicamente por la disponibilidad del recurso, sino por el equilibrio entre este y su coste asociado. Aunque el viento es abundante en la isla, la fotovoltaica ha resultado más competitiva gracias a su simplicidad, rendimiento y menor coste de instalación y mantenimiento. En cuanto al almacenamiento, a pesar de la bajada de precios de las baterías, el bombeo hidráulico sigue siendo la opción más robusta y eficiente para sistemas insulares de pequeña y mediana escala.
Impulsando la transición energética global
Nuestro trabajo en Santa Elena ha sido mucho más que un estudio técnico: ha sido una oportunidad para contribuir a un proyecto con un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Hemos aplicado una metodología integral que incorpora conocimiento local, criterios ambientales y viabilidad económica, y que puede servir como modelo para muchas otras islas y territorios remotos que aspiran a una transición energética justa.
Desde Aiguasol, estamos orgullosos de haber formado parte de este proceso y seguimos trabajando para aportar soluciones energéticas eficientes, realistas y sostenibles en todo el mundo.