¿Y si te dijéramos que se ha probado con éxito una metodología capaz de medir el nivel de circularidad de los cinco aspectos clave que intervienen tanto en la construcción de edificios como en las obras de renovación, para optimizar el impacto y los costes de sus actividades?
Sí, sabemos que suena bien, pero teniendo en cuenta que las actividades de construcción representan una de las industrias actuales con mayor impacto medioambiental, una innovación así suena aún mejor. Sabemos que puede parecer complicado de imaginar, así que mejor empecemos por el principio.
¿De dónde procede?
Financiada por el Horizonte 2020 de la Unión Europea, y dentro del programa de investigación e innovación de Plug-N-Harvest, Aiguasol, consultoría e ingeniería energética con sede en Barcelona, ha desarrollado una metodología pionera y puntera de cálculo de la circularidad en colaboración con EcoIntelligentGrowth.
¿Cómo funciona?
Teniendo en cuenta los infinitos beneficios que la circularidad ofrece a la sociedad y al planeta, hemos creado una herramienta que pretende evaluar meticulosamente los cinco indicadores clave dentro del flujo circular: cuatro expresados en unidades porcentuales y un quinto expresado en unidades monetarias. Además, calcula y expresa una formulación de índice de circularidad para cada vector, teniendo en cuenta el ciclo de vida a lo largo de todo su análisis.
Por un lado, la energía, los materiales y el agua, son los tres indicadores que cuantifican la cantidad de recursos consumidos que proceden o terminan en fuentes cicladas. Por otro lado, el impacto social consiste en un recuento de las medidas sociales aplicadas, mientras que el indicador de valor económico es un análisis simplificado del coste del ciclo de vida.
Sumergiéndonos en la metodología
Para ser más concretos, echaremos un vistazo rápido a cómo funciona el cálculo del índice de circularidad en uno de los indicadores mencionados anteriormente, por ejemplo, el energético. El consumo de energía debe expresarse en energía primaria, tanto no renovable como renovable, por lo que las unidades de cálculo son kWh de energía primaria (kWhPE). Esto permite sumar el consumo de energía de distintas fuentes. Según el marco propuesto, la circularidad se mide en términos de la cantidad de energía renovable producida in situ o en las proximidades, y de la cantidad de energía ahorrada en relación con el consumo total de energía.
Ecuación de la relación entre la energía renovable producida in situ o en las proximidades y el ahorro energético y el consumo total de energía.
¿El resultado? Un indicador que expresa el porcentaje de energía circular respecto al total de energía incorporada del producto o sistema evaluado. En otras palabras, la «energía circular» se refiere a todas las energías renovables o ahorros de energía que están directamente relacionados con un solo edificio o distrito.
¿Qué hemos aprendido?
Todos oímos hablar de la importancia de la sostenibilidad y la circularidad, pero ¿es todo lo sostenible también circular? A pesar de la popularidad de estos conceptos en nuestros días, puede resultar difícil comprender que ambos no siempre van de la mano, especialmente en el ámbito de la rehabilitación energética.
Por este motivo, esta nueva metodología se ha aplicado a escenarios de rehabilitación energética convencionales para medir su nivel de circularidad. Incluso con la instalación de un sistema solar fotovoltaico eficiente en un edificio del sur de Europa, los resultados siguen poniendo de manifiesto el escaso nivel de circularidad de los diseños actuales de la envolvente de los edificios.
Según uno de estos estudios, sólo se observa un 29% y un 21% de circularidad para los aspectos materiales y sociales, respectivamente, además de largos periodos de amortización de hasta 20 años para los aspectos económicos. Esto solo prueba la necesidad de la creación de metodologías óptimas que puedan prever el problema y actuar con rigor para crear una solución.
Qué esperamos
El desarrollo de esta metodología es de gran interés para todos los actores interesados del sector de la edificación y la construcción, debido principalmente a la actual falta de metodologías e indicadores de evaluación en este ámbito. Además, representa para ellos una fantástica herramienta para reducir su impacto medioambiental y optimizar costes al mismo tiempo.
En general, este enfoque metodológico innovador resulta útil no solo para el sector de la construcción, sino también para otros sectores, dado que es muy replicable en otros campos. Por ejemplo, es posible valorar las medidas de economía circular e incluso incluirlas como requisitos en las licitaciones, midiendo objetivamente el grado de cumplimiento de los principios de la economía circular durante el proceso de diseño.
Gracias a su marco versátil y eficiente, resulta una gran herramienta para ayudar a impulsar a las industrias hacia modelos de negocio más eficientes y sostenibles.